23 de diciembre de 2006

Canción de cuna (o cómo se puede ser también historia)

No te pediré que duermas:
porque el amor nos despierta.
No le pediré que vuelva
sabés, tu madre ya no está cerca.

Y tendré que esperar
a que cierres los ojos
para ir a comprar
unos cuantos cerrojos.
Y así, que estés siempre conmigo
ya no será un sueño.
No quiero ser tu amigo
pero tampoco tu dueño.

Vos, mi niña, dormirás
algún día, sin miedos.
Y yo, tu padre, velaré
para que no pierdas el cielo.

Ay, mi niña duerme así.
Ay, que mi cielo sos vos.
Ay, ella era todo para mí.
Seremos apenas, siempre dos.


Estreno simultáneo (!)